(Reencuentros- 20/04/2018)
¿Alguien conoce esta maravilla de cancion de Patrick Bruel?
La canción describe un encuentro entre viejos amigos que acordaron verse en una fecha futura concreta…. y ver qué ha acontecido en sus vidas durante ese período (en la canción son 10años). De camino a la cita, el protagonista expresa su ansiedad y sus inquietudes: quienes irán, cómo estarán…. seguirán igual o no los reconoceré….. qué experiencias habrán vivido y sobre todo … ¿seguiremos siendo amigos y tendremos algo de que hablar?
Bueno, pues 4 meses después de haber comenzado mi viaje llegó mi momento Plaza de los Héroes.
Durante mi época universitaria en Madrid, hice amistades con gente de toda Sudamérica que residían en el Colegio Mayor donde me hospedaba. Amistades que, por circunstancias de la vida, no contactaba desde hacía muchísimos años. Así, cuando decidí que haría un viaje por este bello continente, uno de mis objetivos era volverme a reencontrar con aquellas amistades.
Y héme aquí, en Santiago de Chile a punto de reencontrarme con el primero de esos viejos amigos, Rodrigo, al cual no veía desde hace 25 años….. Al igual que en la canción, el encuentro me producía cierta ansiedad y dudas. Años atrás fuimos amigos cercanos pero desde que abandoné Madrid abruptamente no volví a tener contacto. ¿Cómo sería el encuentro? ¿Tendríamos conversación y conexión despues de tanto tiempo? ¿O rápidamente nos daríamos cuenta de que fuera de las anécdotas del pasado no queda nada más?
La comunicación intermitente durante las semanas previas al encuentro no ayudaba a disipar mi inquietud al respecto, en todo caso, lo contrario. En el día anterior al encuentro, Rodrigo me comunica que viene con un amigo….. ¡Un amigo! ¿Para qué diablos trae un amigo a nuestro encuentro?
Llegado el día, me preparé con calma. A pesar de que muchas veces lo hago, odio llegar tarde. Así que me puse en el centro de Santiago 40min antes de la hora prevista y busqué un lugar donde relajarme previo al encuentro y donde poder tomarme un litro de cerveza (2 Pintas) las cuales me ayudaron a relajarme y afrontar la situación con más calma. Mis amigas las cerverzas me hicieron entender que el hecho de que trajese un amigo no significaba que Rodrigo estuviese adisgusto con la idea de encontrarse…. Quizás querría traer a su pareja al encuentro, o simplemente tenía ansiedad con el encuentro al igual que yo y la presencia de un amigo haría todo más relajado. Al final de cuentas yo decidí afrontar la situación en modo británico y él escogió otras vías…. Así que me dije a mi mismo “todo está bien”.
Ultimos minutos antes del encuentro y la letra de la canción pasaba por mi cabeza palabra por palabra…… ¿Se pueden beber 25 años en un café?
Al final lo pasamos bacan. Y no sólo me re-encontré con mi amigo, sino que hice uno nuevo, Eduardo. Fuimos a comer, luego a tomar café y después un licor. ¡E incluso nos dió tiempo a hacernos algunos retoques!
La verdadera amistad nunca muere.
Santiago es maravillosa… se presta a reencuentros y nuevas amistades… Chile mola muchiiiiiiiiiiiiiiisimo!!!